El Feminismo de la Reconciliación es tu espacio seguro. Estamos aquí para ti, queremos escucharte, ayudarte, apoyarte.
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El Feminismo de la Reconciliación
El feminismo puede reconciliar a los géneros, siempre que el opresor sea capaz de pedir perdón
Testimonio o crónica de sucesos vividos en primera persona por la persona que firma el artículo. Advertencia de contenido potencialmente sensible.
El Feminismo de la Reconciliación es tu espacio seguro. Estamos aquí para ti, queremos escucharte, ayudarte, apoyarte.
Leer másSalir de fiesta por el mundo hetero solía parecerse demasiado al típico documental de animales de La 2. Igual va siendo hora de cambiar eso.
Leer más¿Y si te digo que la reproducción asistida, la donación de óvulos y el alquiler de úteros tienen más en común de lo que piensas?
Leer más¿Llegará el «amor» a cotizar en bolsa? ¿Y por qué no si ya hemos permitido que se convierta en un producto de consumo con el que hacer una huida hacia delante que tape nuestros vacíos emocionales?
Leer másYo he decidido que mi miedo no va a limitar mi vida, mis movimientos, mis decisiones. Coexisto con él y lo utilizo en mi favor para mantenerme alerta, pero no pienso volver a dejarme amedrentar.
Leer másUna vez más, y en un ámbito tan íntimo y delicado como nuestra salud sexual, se nos trata como si no estuviéramos capacitadas.
Leer másHoy, y en adelante, recupero mi propia voz en mi nombre y en nombre de todas las mujeres, de todas las niñas, de todos los niños.
Leer másTestimonio en PRIMICIA acerca del trabajo que se está realizando con los condenados por agresión machista para intentar su reinserción social en condiciones de seguridad para la mujer ¿Es suficiente? ¿Se está haciendo correctamente?
Leer másMientras rebuscaba iba pensando que las mujeres eran a la historia lo que los peones a una partida de ajedrez: sujetas a movimientos parcos, necesarias, pero a menudo sacrificadas en favor de una figura más relevante, y sin embargo peligrosas si sobrevivían.
Leer másÚnicamente aspiro a rellenar un poco ese huequecito inmenso que hay entre el discurso que generan las mujeres con potestad y con una conciencia bien entrenada para enfrentarse al escarnio público, y aquellas que aun sintiéndose feministas no saben si lo son o no saben del tema tanto como para atreverse a decir lo que piensan.
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